6 abr 2009

Pequeña Historia.


Hace mucho tiempo atrás escribí esto, siempre tube la esperanza de que alguien llegara hasta este texto, pero al no ocurrir eso ahora lo hago algo más púbico. Enjoy*


Anoche soñé con un apuesto joven muy parecido a ti, tenía unos hermosos ojos; y en ellos unos extraños matices pero muy impresionantes y poco comunes, entre unos ojos tan envloventes y una mirada tan profunda no me percaté de su pequeña sonrisa, y luego vi en ella sus labios tan rojos como una manzana a punto de caer de su árbol, en ellos vi el deseo de sentir otros labios suaves;
deseo que él ocultaba. Un momento después descubrí que eras tú, este mismo joven que en mi sueño estaba parado en frente, y mientras manteníamos una conección con nuestras miradas noté que ninguno de nosotros pestañeó. Estábamos todavía de pie y empezé a mirar a nuestro alrededor y vi mucho césped y flores a lo largo de todo el lugar, recuerdo que en este sueño estabas vestido de una forma muy extraña; tu vestimenta parecia ser formal, ya que tu traje era de por sí negro como un esmoquin. Un segundo después quise acercarme a ti, traté de avanzar hacia ti y tocar tus labios
pero cuando faltaba un milímetro para sentir ese suave rose de tu piel arrojaste un ramo de flores negras que sostenías en tu mano derecha, te diste la vuelta y me dejaste en la soledad de ese día gris que pasaba entre las nubes, y del cielo empezaron a caer miles de lamentos tan grises como las nubes, yo estaba arrodillada y miraba el césped en el cual caían miles de gotas, sin quererlo mis ojos empezaron a humedecerse tanto que de ellos brotaron unas lágrimas, tibias y pequeñas que empezaron a recorrer mis mejillas y se lanzaban desde mi mentón para estrellarse con el suelo, en el cual rápidamente se enterraban y desaparecian. Decidí levantar la vista para verte alejándote de mi y mantener ese recuerdo de por vida, pero cuando estabas a medio camino miraste hacia atrás y regresaste hacia mi. Muy contenta de verte regresar arrepentido comence a reír y cuando estabas en frente mio te arrodillaste, pusiste tu mirada en las flores tiradas en en suelo y dijiste con unas tiernas lágrimas en tus ojos y otras corriendo por tus mejillas: "ahora que estoy aquí pienso que debería haberte tenido entre mis brazos una última vez y que daría lo ke fuera por sentir de nuevo esas caricias, saborear esos besos que me dabas, escuchar esas bellas palabras que me decías al oído y el te amo que susurrabas cuando creías que yo estaba dormido, ahora creo que lo peor que me pudo haber pasado es haberte perdido para siempre" , y yo te escuchaba atentamente pero cuando iba a decir algo para calmar tu ánimo dijiste lo inesperado; "amor, tu sabes que yo nunca te voy a olvidar y que siempre te voy a querer aunque ya no podamos estar juntos, quiero que sepas que apenas tenga que cerrar mis ojos para siempre y mi corazón deje de latir, voy a ir a buscarte para que volvamos a estar juntos".


Fue modificado Durante la Publicación, A. Bastias, 23/04/2007.